Mucha gente adquiere estos malos hábitos al entrar a la uni o cuando en su nuevo empleo es tan estresante que todos fuman. Es una consecuencia de nunca trabajar en la inteligencia emocional, he oído de fumadores que odian el olor y el sabor pero lo hacen por el efecto que les hace sentir relajados y más tarde por adicción
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#1 #1 tophluna dijo: Mucha gente adquiere estos malos hábitos al entrar a la uni o cuando en su nuevo empleo es tan estresante que todos fuman. Es una consecuencia de nunca trabajar en la inteligencia emocional, he oído de fumadores que odian el olor y el sabor pero lo hacen por el efecto que les hace sentir relajados y más tarde por adicciónese es mi marido, fuma desde crío pero desde siempre le ha molestado el olor y odia que otros fumen a su alrededor, o fumar en espacios cerrados, a mí me viene bien la verdad, así en casa solo fuma en la terraza
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Quizás era una excusa para dejarte, pero ya podría habérsela currado más.
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Yo solo veo que te pasaron 2 cosas maravillosas, dejar de fumar y dejar a alguien que no valía la pena.
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Es que los que fumáis apestáis a tabaco y tenéis un sabor asqueroso en la boca. Puede que os ofenda pero es que para los que no fumamos es un puto suplicio besaros.
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Ya te aburres para llevar la cuenta de cuánto fuma la gente.
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Hablaron un rato bien largo
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Pues velo por el lado amable, dejaste de fumar
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Tú te superaste, él no.
Yo detesto el humo del cigarro. El olor a tabaco no me disgusta tanto. Tanto así que después de hacer una guerra en el trabajo para que los colegas no fumen en la entrada, mis dos ultimos novios fumaban.
Y a pesar de ello, eran lindos y me agradaba su olor cuando nos besábamos. Eso sí para fumar salían afuera al aire libre, lejos de mí. Y ellos sabían que me desagradaba el humno del cigarro.
Quien lo diría.
Recuerdo el soldado, el primer día que nos conocimos, que dijo: "es un tema que no se discute". Plop! Bueno lo acepté solo porque me gustaba mucho.
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Yo detesto el humo del cigarro. El olor a tabaco no me disgusta tanto. Tanto así que después de hacer una guerra en el trabajo para que los colegas no fumen en la entrada, mis dos ultimos novios fumaban.
Y a pesar de ello, eran lindos y me agradaba su olor cuando nos besábamos. Eso sí para fumar salían afuera al aire libre, lejos de mí. Y ellos sabían que me desagradaba el humno del cigarro.
Quien lo diría.
Recuerdo el soldado, el primer día que nos conocimos, que dijo: "es un tema que no se discute". Plop! Bueno lo acepté solo porque me gustaba mucho.