Por lo menos, los 20 minutos que está en la cinta no está comiendo hamburguesas y/o tirada en el sillón.
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Pero el ADV es que folla más que tú y eso te jode!!
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#1 #1 sparafucille dijo: Por lo menos, los 20 minutos que está en la cinta no está comiendo hamburguesas y/o tirada en el sillón.Sí, pero jamás va a adelgazar haciendo eso. La alimentación sana y el ejercicio van de la mano.
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Hay personas que lo han pasado tan mal con su peso, que ahora no pasan una y están siempre con la escopeta cargada. También es posible que tu amiga esté harta de escuchar historias del tipo "huy, yo me quité el pan y las salsas y sólo con eso, he perdido cinco kilos en dos meses..." y le dé rabia que eso no le pase a ella. Si estás tan avisada de sus entrenamientos, podrías ir al gimnasio con ella y apuntaros juntas a alguna actividad, desde yoga a aerobic, o proponer planes que consistan en pasear o cenas más saludables.
Si me preguntas que por qué tendrías que tomarte tú esa molestia, te diré: porque se supone que eres su amiga y la quieres. Si es tu amiga sólo para cotorrear y que ventiles aquí sus problemas, me parece que no la quieres demasiado.
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#laslentejasdeneil ya he ido con ella al gimnasio y he intentado que entrenase mejor y se negaba. También he quedado con ella varias veces a cenar y la he invitado a cenar en casa cosas sanas, pero siempre se las ingenia para tomarse antes o después una hamburguesa, un helado o, incluso, unos churros.
Créeme, no dejo de intentar ayudarla, precisamente porque la quiero, pero es imposible ayudar a quien se niega a reconocer que los fallos están en su forma de actuar y no en los demás.
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#5 #5 flipandomucho dijo: #laslentejasdeneil ya he ido con ella al gimnasio y he intentado que entrenase mejor y se negaba. También he quedado con ella varias veces a cenar y la he invitado a cenar en casa cosas sanas, pero siempre se las ingenia para tomarse antes o después una hamburguesa, un helado o, incluso, unos churros.
Créeme, no dejo de intentar ayudarla, precisamente porque la quiero, pero es imposible ayudar a quien se niega a reconocer que los fallos están en su forma de actuar y no en los demás.@flipandomucho Su problema entonces no es la comida, eso es un síntoma. Tu amiga siente alguna carencia que intenta paliar comiendo, y generalmente son afectivas. Puede que no tenga pareja y crea que nunca la tendrá porque no es delgada, eso le genera frustración y la alivia comiendo, y ya tenemos el círculo vicioso. Puede que tenga ansiedad o depresión, que también hacen que la gente se refugie en la comida porque es a la vez un placer y una forma de castigarse. ¿Por qué se negaba a entrenar más? Puede que no haya descubierto su actividad ideal, que quizá no sean las comunes (una chica a la que atendí aseguraba detestar todo el ejercicio físico hasta que le sugerimos el boxeo, y no veas cómo le gustó).
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar.
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el bajar peso es como 90% dieta sana, el ejercicio es una ayuda que nunca esta de mas, pero no bajara de peso solo con eso
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Joder, a más de 500kcal las hamburguesas. Obligala a quemar un día 500 calorías en la cinta, verás como no se zampa más
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Pues aún como al menos consigue ir a entrenar. No se... suena a que probablemente esté muy quemada, no puede hacer más (tampoco tendrá la forma física para ejercicio más intenso) y no le "valga la pena" esforzarse más, porque para qué. Sé lo que se siente, y poco hay que hacer si es el caso y esto es más un síntoma que otra cosa. Aquí tengo que estar con #6.#6 laslentejasdeneil dijo: #5 @flipandomucho Su problema entonces no es la comida, eso es un síntoma. Tu amiga siente alguna carencia que intenta paliar comiendo, y generalmente son afectivas. Puede que no tenga pareja y crea que nunca la tendrá porque no es delgada, eso le genera frustración y la alivia comiendo, y ya tenemos el círculo vicioso. Puede que tenga ansiedad o depresión, que también hacen que la gente se refugie en la comida porque es a la vez un placer y una forma de castigarse. ¿Por qué se negaba a entrenar más? Puede que no haya descubierto su actividad ideal, que quizá no sean las comunes (una chica a la que atendí aseguraba detestar todo el ejercicio físico hasta que le sugerimos el boxeo, y no veas cómo le gustó).
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar. Porque si el problema es una falta de motivación, poco se puede hacer. Y lo se por experiencia propia.
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A lo mejor realmente no quiere cambiar y no busca un consejo ni una solución. A lo mejor solo quiere desahogarse y saberse escuchada. Si realmente no se muestra receptiva en absoluto a tus intentos de ayudarla y estos incluso resultan contraproducentes, no insistas en ayudarla. Por experiencia propia (y de gente muy cercana) sé que solamente se logran cambios importantes en las conductas de este tipo cuando la persona está convencida de hacerlo. Antes de eso ni los amigos, ni la familia, ni siquiera el médico, el terapeuta o el entrenador van a lograr gran cosa. Peor todavía, solo van a lograr que se ponga a la defensiva y se encierre aún más en sí misma (y en la comida, que muy probablemente usa como una forma de consuelo).
Así que si solo quiere que la escuches, sé buena amiga y escúchala, recuérdale que estás ahí para ella y poco más. Y cuando ella misma pida consejos, apoyo moral o compañía para entrenar, entonces ya la apoyas. No necesitas hacer más.
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#6 #6 laslentejasdeneil dijo: #5 @flipandomucho Su problema entonces no es la comida, eso es un síntoma. Tu amiga siente alguna carencia que intenta paliar comiendo, y generalmente son afectivas. Puede que no tenga pareja y crea que nunca la tendrá porque no es delgada, eso le genera frustración y la alivia comiendo, y ya tenemos el círculo vicioso. Puede que tenga ansiedad o depresión, que también hacen que la gente se refugie en la comida porque es a la vez un placer y una forma de castigarse. ¿Por qué se negaba a entrenar más? Puede que no haya descubierto su actividad ideal, que quizá no sean las comunes (una chica a la que atendí aseguraba detestar todo el ejercicio físico hasta que le sugerimos el boxeo, y no veas cómo le gustó).
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar. @laslentejasdeneil No estoy segura de que una confrontación directa sea la mejor estrategia. Cuando estás tratando con una autoestima de cristal (que tiene toda la pinta de serlo si le deja de hablar a una amiga porque la aconseja sobre su peso y no se decide realmente a modificar sus hábitos para cambiar algo que no le gusta de sí misma), es más probable que la rompas a que la ayudes a superarse con un ataque frontal. En mis peores años con un trastorno de alimentación eso solo podía terminar de dos maneras: o huyendo de la situación (incluso al grado de abandonar clases, cursos o grupos que me gustaban para evitar a esa persona), o directamente respondiendo de forma violenta (no voy a entrar en detalles pero imagina el panorama). Y por supuesto nunca ayudó con el trastorno en sí mismo. Todo lo contrario, generalmente solo disparaban los peores ataques.
Confrontar a una persona de cristal es como desactivar una bomba cortando cables. Si no tienes los conocimientos para manejar la situación y no sabes paso a paso exactamente lo que estás haciendo, probablemente te estalle en la cara.
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#11 #11 peppercat dijo: #6 @laslentejasdeneil No estoy segura de que una confrontación directa sea la mejor estrategia. Cuando estás tratando con una autoestima de cristal (que tiene toda la pinta de serlo si le deja de hablar a una amiga porque la aconseja sobre su peso y no se decide realmente a modificar sus hábitos para cambiar algo que no le gusta de sí misma), es más probable que la rompas a que la ayudes a superarse con un ataque frontal. En mis peores años con un trastorno de alimentación eso solo podía terminar de dos maneras: o huyendo de la situación (incluso al grado de abandonar clases, cursos o grupos que me gustaban para evitar a esa persona), o directamente respondiendo de forma violenta (no voy a entrar en detalles pero imagina el panorama). Y por supuesto nunca ayudó con el trastorno en sí mismo. Todo lo contrario, generalmente solo disparaban los peores ataques.
Confrontar a una persona de cristal es como desactivar una bomba cortando cables. Si no tienes los conocimientos para manejar la situación y no sabes paso a paso exactamente lo que estás haciendo, probablemente te estalle en la cara.@peppercat Pero del estallido vendrá la luz. Yo lo hago así en esos casos. Es mejor que las personas suelten el peso que llevan, que lloren, o hasta que me sacudan. Yo me he llevado hasta puñetazos en más de una ocasión, pero es mi trabajo y estoy ahí para ello, para saber qué pasa aunque no quieran contármelo, para sacarlo. A veces puedes hablar con la persona, hacerle las preguntas que necesita responderse, escucharla con atención y ella solita va yendo a la conclusión... pero otras veces tienes que atacar de frente, tienes que hacer que estalle la bomba.
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Dejadla en paz
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#12 #12 laslentejasdeneil dijo: #11 @peppercat Pero del estallido vendrá la luz. Yo lo hago así en esos casos. Es mejor que las personas suelten el peso que llevan, que lloren, o hasta que me sacudan. Yo me he llevado hasta puñetazos en más de una ocasión, pero es mi trabajo y estoy ahí para ello, para saber qué pasa aunque no quieran contármelo, para sacarlo. A veces puedes hablar con la persona, hacerle las preguntas que necesita responderse, escucharla con atención y ella solita va yendo a la conclusión... pero otras veces tienes que atacar de frente, tienes que hacer que estalle la bomba. @laslentejasdeneil Solo que inducir al estallido no necesariamente funcionará en la forma que dices, y si sale mal (cosa impredecible teniendo en cuenta que depende de la personalidad, el trasfondo emocional de la otra persona, y hasta factores como enfermedades mentales no diagnosticadas) puedes terminar haciendo más mal que bien, tanto a la persona en sí misma, como a la relación que exista entre ustedes. Es la clase de cosas que solo un terapeuta o alguien capacitado para conducirlas debería hacer (siendo que dices que es tu trabajo, a lo mejor es tu caso).
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Si me preguntas que por qué tendrías que tomarte tú esa molestia, te diré: porque se supone que eres su amiga y la quieres. Si es tu amiga sólo para cotorrear y que ventiles aquí sus problemas, me parece que no la quieres demasiado.
Créeme, no dejo de intentar ayudarla, precisamente porque la quiero, pero es imposible ayudar a quien se niega a reconocer que los fallos están en su forma de actuar y no en los demás.
Créeme, no dejo de intentar ayudarla, precisamente porque la quiero, pero es imposible ayudar a quien se niega a reconocer que los fallos están en su forma de actuar y no en los demás.@flipandomucho Su problema entonces no es la comida, eso es un síntoma. Tu amiga siente alguna carencia que intenta paliar comiendo, y generalmente son afectivas. Puede que no tenga pareja y crea que nunca la tendrá porque no es delgada, eso le genera frustración y la alivia comiendo, y ya tenemos el círculo vicioso. Puede que tenga ansiedad o depresión, que también hacen que la gente se refugie en la comida porque es a la vez un placer y una forma de castigarse. ¿Por qué se negaba a entrenar más? Puede que no haya descubierto su actividad ideal, que quizá no sean las comunes (una chica a la que atendí aseguraba detestar todo el ejercicio físico hasta que le sugerimos el boxeo, y no veas cómo le gustó).
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar.
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar. Porque si el problema es una falta de motivación, poco se puede hacer. Y lo se por experiencia propia.
Así que si solo quiere que la escuches, sé buena amiga y escúchala, recuérdale que estás ahí para ella y poco más. Y cuando ella misma pida consejos, apoyo moral o compañía para entrenar, entonces ya la apoyas. No necesitas hacer más.
Tienes que hablar más con ella. No te preocupe que se emberrinche y no te hable, provócala, haz que explote, que se enfade o que llore; así te contará la raíz del problema y ahí podréis actuar. @laslentejasdeneil No estoy segura de que una confrontación directa sea la mejor estrategia. Cuando estás tratando con una autoestima de cristal (que tiene toda la pinta de serlo si le deja de hablar a una amiga porque la aconseja sobre su peso y no se decide realmente a modificar sus hábitos para cambiar algo que no le gusta de sí misma), es más probable que la rompas a que la ayudes a superarse con un ataque frontal. En mis peores años con un trastorno de alimentación eso solo podía terminar de dos maneras: o huyendo de la situación (incluso al grado de abandonar clases, cursos o grupos que me gustaban para evitar a esa persona), o directamente respondiendo de forma violenta (no voy a entrar en detalles pero imagina el panorama). Y por supuesto nunca ayudó con el trastorno en sí mismo. Todo lo contrario, generalmente solo disparaban los peores ataques.
Confrontar a una persona de cristal es como desactivar una bomba cortando cables. Si no tienes los conocimientos para manejar la situación y no sabes paso a paso exactamente lo que estás haciendo, probablemente te estalle en la cara.
Confrontar a una persona de cristal es como desactivar una bomba cortando cables. Si no tienes los conocimientos para manejar la situación y no sabes paso a paso exactamente lo que estás haciendo, probablemente te estalle en la cara.@peppercat Pero del estallido vendrá la luz. Yo lo hago así en esos casos. Es mejor que las personas suelten el peso que llevan, que lloren, o hasta que me sacudan. Yo me he llevado hasta puñetazos en más de una ocasión, pero es mi trabajo y estoy ahí para ello, para saber qué pasa aunque no quieran contármelo, para sacarlo. A veces puedes hablar con la persona, hacerle las preguntas que necesita responderse, escucharla con atención y ella solita va yendo a la conclusión... pero otras veces tienes que atacar de frente, tienes que hacer que estalle la bomba.