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Ayer, estaba en el autobús con mi traba mental de las mañanas, cuando una señora me dijo que me levantara del asiento porque su marido se iba a caer. Por supuesto, le cedí el sitio y le pedí disculpas porque no le había visto, me dijo amablemente que no pasaba nada. Al rato oí como le decía a una señora: "acabo de echar a una maleducada de aquí". Luego somos los jóvenes. ADV
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Anónimo en
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La semana pasada, en una clase de Medicina, el profesor habló sobre lo perjudicial de los corsés y nos explicó un juego de su infancia llamado "el juego de hiperventilar". Consiste en agacharse y levantarse hasta quedarse sin aliento. Aguantas la respiración y otra persona te rodea con los brazos, apretándote el tórax. El resultado es desmayarte. Era popular. ADV