Siento la parrafada. Pero no podía decirlo más corto.

No os enfadéis con los estudiantes de Magisterio por eso, no les provoquéis ni seáis irrespetuosos con ellos, eso no hace ningún bien, enfadaos con el Sistema que no les deja ser grandes expertos de las personas y su educación como estoy segura que pueden (podemos) serlo. Un médico sabe que desea ser médico porque quiere salvar vidas y mejorar la calidad de las mismas, y nadie se atrevería a negar el valor de eso. Los maestros, de otro modo distinto y complementario, podemos salvar vidas también. Y de paso, a la sociedad entera.

Si negamos la importancia de la educación, sobre todo en edades tempranas ya que se suelen ensañar con mi especialidad (parece ser que a lo único que me voy a dedicar, según algunos, es a limpiar mocos y culos), nos estamos negando nuestra propia importancia. ¿Os alegráis de que la formación y las vivencias escolares de las futuras generaciones se vean terriblemente afectadas sólo porque no se reconoció en su momento que los maestros necesitan una formación de calidad, que “basta con esto y ya aprenderán en la práctica”? ¿Realmente os parece un motivo de mofa el hecho de que las personas que vayan a educar no estén siendo bien formadas? A mí me parece algo muy serio, cuyas consecuencias ya podéis ver claramente en las noticias matutinas.

Que no es capaz de ver que detrás de un cuento, una poesía, una danza, o algo que no sea meramente intelectual (no todo en la vida es teoría y palabras técnicas), pueda tener detrás todo un mundo. Incluso imitar animales como la Gallina, la Vaca, el Elefante haciendo sus gestos y sonidos (cosa que a los propios estudiantes nos provoca risas) tiene detrás un motivo educativo. “Tonterías”, pensaréis. No lo son, contar un cuento al niño es la forma de explicarle el mundo, y conocer cómo contárselo, qué contarle en cada etapa de su vida, cómo crear una buena ambientación, es un arte para el que hay que estar preparado.

No me gustan los comentarios de estudiantes de Magisterio que intentan justificar la calidad de su carrera, cuando no la hay, por lo menos donde yo estudio, y atacan a las personas que se lo hacen ver (por favor, hay que reconocerlo, la carrera, todo lo que es y lo que conlleva, da para muchísimo más de lo que nos exigen). Sin embargo también ardo cuando veo a gente irrespetuosa que se burla de las cosas que hacen los maestros, como entrenarse en habilidades plásticas, musicales, de expresión corporal, resumiendo todo esto en algo que he leído por ahí: Recorta, Pinta y Colorea, hacer el payaso.

Los alumnos de mi grupo clase (no todos, existen personajes que sólo vienen en busca de un título) estamos realmente desanimados por la poca formación que hemos recibido. Es gente que está dispuesta (o al menos lo estaba antes de que su motivación se fuera por el sumidero) a cambiar las cosas, y es que los problemas de la sociedad comienzan a mejorar si las instituciones educativas intervienen de forma eficaz, formando personas con humanidad, con sentido crítico, con responsabilidad cívica. Sí, de verdad que la educación es importante.

Has de preguntarte por qué quieres ser maestro antes de estudiar Magisterio: no basta con que sólo te gusten los niños (puedes montar una ludoteca, o ser monitor de tiempo libre), no basta con que quieras vacaciones y un horario cómodo (te aseguro que trabajarás en esas vacaciones preparando unidades didácticas y alargarás tu jornada laboral para terminar proyectos de aula). Si sólo te metes porque es fácil, es que no quieres ser maestro. Y ese es el verdadero problema de mi carrera. Al no ser de calidad, al ser una broma, no se le da valor y sólo se tienen en cuenta esos aspectos superfluos que eclipsan lo grandioso de la educación.

Me indigna profundamente, en primer lugar, que las personas no veamos el potencial que tienen estos estudios. Si de verdad fuésemos conscientes de la importancia de la educación, si de verdad creyésemos en ella, los que aspiraran a ser maestros recibirían una formación de calidad, con contenidos específicos para sus especialidades, se les ofrecerían conocimientos en profundidad de las ramas de psicología, pedagogía, etc., y los profesores enseñarían predicando con el ejemplo (no me sirve que me vendas las virtudes de un aprendizaje constructivista si tu metodología no lo facilita).

Yo estoy muy triste por admitir que mis estudios no sean de calidad, que no estén valorados y no por gente que no tiene que ver con la carrera (como los estudiantes de medicina y otras carreras que estáis comentando aquí), sino por los mismos profesores de la facultad y los altos cargos del gobierno. En mis tres años de carrera he tenido muy pocas oportunidades de aprender de verdad, podría publicar innumerables ADV sólo con anécdotas del profesorado que ¿enseña? en Magisterio.

Yo tengo 20 años, soy estudiante de Magisterio especialidad en Educación Infantil y debo decir que no es una carrera difícil, e independientemente de que no se deba ni se pueda comparar con otras carreras (Medicina, Ingenierías varias, y demás Estudios Superiores que suelen ser aceptados socialmente como "los GRANDES del conocimiento"), creo que las asignaturas y las metodologías muchas veces merecen ser tratadas de broma, porque así lo son.

Quería hablar un poquito sobre los temas que estáis tratando aquí, aunque supongo que como casi ninguno es reciente ya os habéis olvidado, pero aún así la relativa facilidad de la carrera de Magisterio sigue siendo un debate candente que saca a la luz comentarios que no puedo calificar más que de ignorantes, y que casi siempre se alejan de los verdaderos puntos de interés. Sigo en el siguiente: