Hoy, y desde hace muchos años, mi madre solo tiene dos modos: decirme...


Puuuf me ha pasado y no sólo con mi madre, también otros familiares y amigos. ¿Tú cargas mis lorzas? Pos como las cargo yo, déjame bajarlas cuando quiero.
Además me dicen cosas sin sentido, lo mismo cuando perdí 20 kg me comí un trozo de tarta y "ay no te dejes ir que ibas muy bien y lo vas a echar a perder" que lo mismo cuando puse 5kg y dejé el alcohol me dicen "te estás obsesionado, no hace falta dejar de disfrutar de la vida por el peso, a ver si tienes anorexia". Malditos nutricionistas y psicólogos aficionados.
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Las madres son muy del perro del hortelano, que ni comen ni dejan comer...

Y en este caso tiene más sentido que nunca! Guiño, guiño.
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Pues yo haría lo siguiente: no contestarle a las llamadas, bloquearla del Whatsapp/Telegram y no abrirle la puerta de tu casa hasta que le entre en la cabeza que esos consejitos sobran
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