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Anónimo en
dinero
La semana pasada, cuando volvía a casa en el tren, el hombre que estaba sentado a mi lado encontró un pintalabios en el suelo del vagón. Su primera reacción fue preguntarle a la chica de delante si era suyo, pero ésta le dijo que no. Y así a varias mujeres, pero ninguna lo reconocía. Se me cayó a mí al sacar el libro de la mochila. Adiós a 7 euros tirados por culpa de la vergüenza.
No se, es lo más clásico, no creo que nadie te vaya a decir nada por eso.