Esa novia necesita acción. Como sigas adulándola y ella rehuyendo te dejará. Trata la al revés de vez en cuando.
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#1 #1 2danko dijo: Esa novia necesita acción. Como sigas adulándola y ella rehuyendo te dejará. Trata la al revés de vez en cuando.Sabes cosas. Han/hemos sido educados bajo la idea falsa de que siendo amables y diligentes tendremos el amor recíproco de la mujer. La amabilidad está bien como norma de cortesía y respeto para con todo el mundo. En el ámbito del amor, por mucha deconstrucción que vendan, tendrá más éxito el hombre viril tradicional que el sojas empático.
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Si querías que fuera algo romántico y ver su reacción, lo de mandarla por móvil no es la mejor opción. A parte habría que ver si realmente era bonita y romántica o algo muy cutre a lo que te dijo ok porque te quiere y no quería decirte que era muy mala.
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#2 #2 bonibonito dijo: #1 Sabes cosas. Han/hemos sido educados bajo la idea falsa de que siendo amables y diligentes tendremos el amor recíproco de la mujer. La amabilidad está bien como norma de cortesía y respeto para con todo el mundo. En el ámbito del amor, por mucha deconstrucción que vendan, tendrá más éxito el hombre viril tradicional que el sojas empático.UI. Hollywood y las madres nos lo pusieron muy difícil. Hubo unos años en los que parecía que cuanto más amable y cortes fueras con una desconocida antes se enamoraría de ti. No funciona.
El Fary lo entendía. Yo lo entiendo y tú lo entiendes. Pero no todos pueden, solo algunos elegidos.
La mujer adora la amabilidad, la nobleza, la protección, la fuerza, adora a un hombre de verdad. Pero no a un desconocido que se comporte así. Ese es un gañán.
A la mujer hay que demostrarle lo que vales como hombre. Lo fuerte que eres para que nadie te pise. Lo capaz que eres para gestionar tus emociones y solucionar problemas. No sólo con ella, con el mundo. Entonces y solo entonces ella te mostrará sus cualidades. Ahí entra la caballerosidad o la nobleza con ella, la poesía, el cariño o el cuidado. Pero nunca al revés.
Porque sino lo único que eres es alguien que intenta comprar su afecto a cambio de tu tacto blandengue. Y como el Fary muy bien dijo: la mujer detesta el hombre blandengue. Y ella, que es muy pícara, incluso se aprovecha de él.
No todos pueden entender al Fary. Algunos, muchos, vivirán siempre siendo el hombre blandengue.
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El Fary lo entendía. Yo lo entiendo y tú lo entiendes. Pero no todos pueden, solo algunos elegidos.
La mujer adora la amabilidad, la nobleza, la protección, la fuerza, adora a un hombre de verdad. Pero no a un desconocido que se comporte así. Ese es un gañán.
A la mujer hay que demostrarle lo que vales como hombre. Lo fuerte que eres para que nadie te pise. Lo capaz que eres para gestionar tus emociones y solucionar problemas. No sólo con ella, con el mundo. Entonces y solo entonces ella te mostrará sus cualidades. Ahí entra la caballerosidad o la nobleza con ella, la poesía, el cariño o el cuidado. Pero nunca al revés.
Porque sino lo único que eres es alguien que intenta comprar su afecto a cambio de tu tacto blandengue. Y como el Fary muy bien dijo: la mujer detesta el hombre blandengue. Y ella, que es muy pícara, incluso se aprovecha de él.
No todos pueden entender al Fary. Algunos, muchos, vivirán siempre siendo el hombre blandengue.