#19 perdón, lo he enviado sin terminar. Cuando acabé las prácticas, los exámenes y el TFG, me medí los pelos de las piernas: 7 cm y entre tres y cuatro pelos por poro. Te aseguro que si eres velluda, los pelos dan un calor que flipas.

#5 (Si alguien es remilgado con el tema de los pelos de las mujeres, le aconsejo que no siga leyendo mi comentario) Yo soy una tía y estuve tres meses sin depilarme porque mi plan vital era: prácticas de 8 a 14, facultad de 15 a 19, biblioteca de 19 a 00, ducha / cena / necesidades vitales hasta las 00:30. Cuando acabe

Como gorda con experiencia, te puedo asegurar que es un complejo que no tiene sentido. Si no quieres salir de casa por lo mucho que te acompleja, no tienes salud psicológica ni social. Pregúntate, ¿quieres adelgazar o te gustaría adelgazar? Porque si quieres hacerlo puedes tomar medidas, pero si te gustaría que el apio sepa a chocolate, lo mejor será que aceptes cómo es tu cuerpo y empieces a adoptar hábitos saludables. A mí al menos me ha resultado mucho más efectivo cuidarme por salud que por complejo.

Me he creado la cuenta sólo para contestar a los psicólogos, videntes y médicos aquí presentes en los comentarios. No hay que perder peso para ganar autoestima, puedes pesar 40kg y sentirte una mierda. Nadie sabe lo que pesa la chica, ella dice ser un poco gordita, aquí los eruditos ya la están poniendo en dos toneladas y mimimi que no uses diminutivos. Y no tienes que perder peso por salud, tienes que cuidarte por salud, que no es lo mismo, porque perder peso no menciona cosas como el tabaco y el alcohol, la protección solar, las horas de descanso y el bienestar psicológico, que son también aspectos que hay que cuidar.
Y chica, por mucho que peses nada justifica que te griten por la calle, que yo no voy por ahí chillando "CALVO" ni "VIZCA" a la gente con la que me cruzo. Si el personal se dedicase a meterse en su perra vida y dejara vivir a los demás, estaríamos mucho más tranquilas y felices, pero no. Así que por mi propia experiencia te aconsejo que empieces a pasarte los gritos y comentarios por donde más te roce todo.