Es probable que, al ver que le dejabas, quisiera esmerarse y pusiera en juego la pasión y las ganas que no ponía porque te daba por sentada. Y si a ti misma te ha sorprendido tanto, no creo que tampoco hicieras gran cosa por añadirle sal al asunto. Antes de llegar al extremo de llevar AÑOS sin sentir deseo por la persona con la que compartes tu vida, deberíais haber puesto remedio los dos mucho antes. Hablarlo, y hasta buscar ayuda si era preciso. Espero que los dos hayáis aprendido a intentar solucionar las cosas en cuanto fallan, y no cuando ya es demasiado tarde.

Eso que salió ganando la pobre chica. Ella puede (si lo necesita y le da la gana) perder peso, pero tú nunca podrás dar menos asco. Habría que verte, míster américa, es fácil que seas barrigón, calvo, estés arrugado y te apeste el aliento. Estoy harto de ver que precisamente los más CALLOS sois los que más pegas ponéis a las chicas, sin duda porque sabéis que ninguna os tocaría ni con la mano de otra. Sois la personificación del "dijo la zorra alas uvas".

Aunque tú eres el primero a quien debe gustarle tu obra, sería bueno que se la dejases leer a alguien de tu confianza que te dé su opinión. Lo mismo es mejor de lo que tú te imaginas, quizá la idea sea buena pero debas trabajarla más o reescribirla, o puede que baste con pasarle una corrección de estilo... no te desesperes a la primera.

Como bien dice #5 no te preocupes demasiado. Puedes alegar abandono del hogar y abandono de un menor. Por lo que dices, ella jamás os ha pasado pensión ni se ha preocupado por vosotros, así que no puede aparecer de la nada y exigir custodia, no se la darán. Primero tendrá que dar una razón de peso y probarla para vuestro abandono (que hubiera estado en la cárcel, en tratamiento psicológico severo...). Después, tiene que probar que su estilo de vida es apto para tener a un niño y tercero tiene que probar que la vida que puede dar al menor es, al menos, tan buena como la que tú le das o más, jamás inferior. Una vez pruebe todo eso, primero le concederán visitas pactadas en las que tú estarás presente, y con el tiempo estas irán aumentando SIEMPRE Y CUANDO el menor, en charlas independientes, diga de viva voz que desea seguir manteniendo ese contacto.

Así que tú, tranquila. No lo puede solucionar como el quiere un helado.

Hay quienes tienen miedo de que su pareja goce "demasiado" en el sexo, porque se sienten intimidados en el terreno sexual y piensan que si no son capaces de seguirle el ritmo a su pareja, esta les engañará o les dejará. Es probable que haya sido eso, un caso -más- de masculinidad frágil.

Respeta su decisión y concédele distancia. Ahora mismo, para él, estar cerca de ti es sufrir, y estoy seguro de que no quieres eso. Con el tiempo, se le pasará o conocerá a otra persona y podréis ser amigos de nuevo.

Ay, hijo mío... De orientador psicológico en un colegio estoy yo, y piensas que esas cosas ya están superadísimas, hasta que te encuentras a:

los padres medio histéricos porque han pescado a su hijo de trece años viendo porno.

La madre que te pide que le digas a su hija de seis años que es una sucia y que se va a hacer sangre y que la van a tener que coser la v.ulva con agujas porque ha visto que a veces se hace cosquillas ahí.

El padre que te dice que ha visto que a su hijo le gusta mucho Bruce Springsteen y quiere que averigües si el chaval el gay, porque como lo sea "lo balda de una paliza".

La madre que te dice que su hija de siete años no se maquilla, y le da miedo que sea lesbiana o tenga un retraso.

Los padres que, cuando les dices que su hijo es un acosador que tiene a otros niños amedrentados, respiran aliviados porque "pensaban que les llamabas para decirles algo grave, como que su hijo fuera gay".

Hay mucho, muchísimo que trabajar todavía en esto.

Si ves una casa con la puerta abierta, ¿también te metes dentro a fisgar? Lo menos que puede pasarte es eso, que veas algo que no deseas ver. Para otra, aprende a no meter la nariz en asuntos ni en coches ajenos. Y si alguna vez ves tu cara o la de tu amiga en un vídeo X del tipo "chicas le pillan pajeándose en el coche", no te sorprendas, os lo habreis buscado.

Que sea tu hermanastro, como si fuera tu hermano, no le da derecho a hacerte esas capulladas. Lo mejor que puede pasarte es que esté bien lejos. Tú has hecho bien, así que tú tranquilo.

¿Te has parado a pensar que en el mundo no sólo estás tú? ¿Que estás engañando a una persona haciéndole creer que la quieres cuando sólo estás con ella porque no te aguantas, por miedo a la soledad? Ya sé que no la quieres, pero si le tienes un poquitín de respeto, déjala. Le estás impidiendo hacer muchas cosas -para empezar, encontrar a alguien que la aprecie, la valore y la quiera de verdad- sólo porque a ti te aterra la soledad. Aprende a vivir contigo antes de engañar a otra persona.

Tu intención fue buena, la aplicación no. En cuanto le diste ese ultimátum, él entendió "no me quiere. Igual que no me quiere nadie, le doy asco como a todo el mundo, prefiero estar solo a que me mire con asco otra vez", y se defendió dejándote. Si de verdad le quieres, aunque no vuelvas con él, ayúdale demostrándole que te preocupa, pero no juzgándole ni con ultimátums.

A ver si no eran su número y no quiso decírtelo por si no se podían cambiar...

Hay muchas personas que no saben cómo enfrentarse al duelo o a la tristeza de otros. Nadie nos enseña a gestionar nuestros sentimientos, y menos aún los ajenos, por eso hay gente que te dirá "no estés triste" o que pretenderá hacerte reír o, como tu novio, que te cambien de tema, esperando que así no pienses en ello. Es probable que no haya habido mala intención... Háblalo con él, cuéntale cómo te sientes y qué necesitas.

Ahora coge tú su ropa nueva y devuélvela a la tienda, o véndela por wallapop si ha tirado los tickets. Es tuya, no suya, tú la has pagado. Eso no te devolverá la colección de monedas, pero al menos sí el dinero.

Cuando el niño tenga trece años y pretenda pedirle que ponga la mesa o haga sus deberes, el ya mocoso le dirá "¡que no me molestes si estoy hablando por whatsapp, que te lo tengo dicho!", y la buena mujer se extrañará y pensará que su rorro ha sacado sus encantadores modales de la música, de los videojuegos o de sus amigos.

#5 @violativo Por eso digo que hay un empate ahí, ella podía haberlo dicho... pero si él tiene boquita para pedir, que la tenga también para ofrecer, no todo es "dame, dame, dame".

La actitud de espiarla y envidiarla, no te hace ningún bien. Ella puede hacer con su vida y su cuerpo lo que crea oportuno, no debes juzgarla. Vive tu vida y déjala vivir la suya.

Por lo que cuentas, me parece que la comunicación fue en un solo sentido. Tú le dijiste qué querías, qué te gustaba, cómo hacerte gozar... pero no le preguntaste a ella qué quería, ni qué le gustaba. No sé si ella te lo dijo y tú pasaste del tema, o si ella nunca lo dijo y tú asumiste que todo estaba bien porque ella no pedía nada. En cuyo caso, mal por los dos, porque ella debió hablar igual que tú preguntar. Pero, sinceramente, el que tú "la enseñes" y no "le preguntes" me parece una actitud bastante egoísta. Para otra, no pienses sólo en mejorar tu propia experiencia, sino también la suya.

Se nota que tu madre no sabe lo que es que le hagan la vida imposible. Todos aquellos que dicen que el bullying o acoso escolar son "cosas de niños", "cosas que han pasado siempre, que curten el carácter, que hacen que uno aprenda a hacerse respetar", son personas que jamás lo han sufrido en sus carnes o peor aún: que se lo hicieron a otras personas.

Tu hija ha demostrado tener BASTANTE más sensibilidad que tú. Si está perdiendo los dientes, tiene seis añitos, no necesita que le rompan las ilusiones tan pronto. Y como dicen más arriba, los regalos del Ratoncito Pérez no son los de Reyes ni cumpleaños, no hace falta que le compres una Playstation, con un maldito euro para un chupa-chup habría bastado. En ese momento le dices algo como "¡vaya, por eso me he encontrado yo una moneda esta mañana bajo mi almohada! ¡Ese ratón despistado lo dejó en la mía!", Y YA ESTÁ.